La vida implica dolor, fricción y complicaciones, por eso el saber elegir tus preocupaciones es una de las grandes claves para ser más feliz.
Perdonar para descansar

EL GRAN SECRETO DE PERDONAR PARA DESCANSAR
Siempre he pensado que perdonar era un acto de buenas personas, algo que me enseñaron en mi cole de curas, sin embargo, ahora estoy dándole vueltas a la idea de que perdonar puede llegar a ser un hecho 100% egoísta: Perdonar para descansar.
Voy a apoyar esta idea en el refranero español: “No hay mayor desprecio que el no aprecio.” No hay nada que enfade más a alguien enfadado contigo que el no hacerle caso, pedir perdón e irse.
Es difícil porque el cuerpo te pide marcha, tu cabeza te da argumentos para responder, tu corazón te pide responder, la razón te dice que tu tienes la razón y que tienes que imponer tu criterio sobre el que se está equivocando y se mete contigo… Sin embargo, a veces no merece la pena el desgaste y la experiencia te dice que hay poca gente que escucha y que cambia de opinión…
En la vida en pareja: “Más vale tener tranquilidad que tener la razón.” Esto sólo se aprende con los años, pero es verdad. Es mucho más productivo pensar que no quieres hacer daño a tu pareja y que si le ha molestado algo que hayas hecho, más vale pedir perdón y pasar página que seguir erre que erre intentando convencer a tu pareja de que tú tienes razón y sería ella quien te tendría que pedir perdón.
En el mundo empresarial, también sucede a veces con la competencia, y en ocasiones genera más desgasté él responder a tu competidor que te ataca que simplemente ignorarlo.
Desde un punto de vista de estrategia empresarial, está claro que el enfrentamiento entre marcas tiene mucho más riesgo para la empresa líder que para el resto de competidores. Entrar en una guerra de declaraciones o publicidad comparativa es muy peligroso y hay que estar muy seguros de que se tienen todas las cartas para ganar antes de empezar.
Pero volviendo al tema central: Perdonar para descansar, y a su enfoque personal, no vale con olvidar, de hecho no siempre es posible y sólo se puede olvidar cuando realmente se perdona y se rompen los vínculos.
El odio y el rencor pueden ser vínculos tan grandes como el amor y la amistad, y si lo piensas hay con determinadas personas con las que es mejor no tener ningún vínculo emocional. Ya hablé sobre los “vampiros de energía” en mi Post sobre la Felicidad. Y nuevamente me ratifico en mi idea de que hay que saber Perdonar para descansar.
Otra idea que me sirve para ratificarme en mi opinión de “Perdonar para descansar” es el hecho de que las situaciones dependen mucho del cristal con que las estés mirando, y si no has perdonado, tu cristal está manchado, y todo lo verás mucho peor de lo que realmente es, con lo que es fácil dejarse arrastrar a un estado de ánimo negativo.
Seguramente sea más fácil para las personas que estén acostumbradas a vivir con odio y enfrentamientos en su vida normal, pero para la mayoría de las buenas personas, tener un problema con alguien es un generador de desazón que le afecta a la hora de pensar, concentrarse, descansar y que implica un esfuerzo extra para no pensar en el problema continuamente.
Para poder ser feliz hay que saber sonreír a la vida. Despertarse por la mañana y conectar la actitud positiva que te ayude a tener un gran día y eso es muy difícil de conseguir si estás enganchado con algún problema con alguna persona. Otro motivo egoísta por el que hay que Perdonar para descansar.
Imagínate una situación en la que 2 personas están chillándose y una le dice a la otra: «Vale, creo que es mejor no seguir por este camino que no nos lleva a ningún lado, por eso yo he decidido que te perdono, sabes que ha habido cosas en tu comportamiento que me han molestado, pero he decidido perdonarte y olvidarlas sin pedirte nada a cambio. Si tu eres capaz de perdonarme a mí por las cosas que he hecho y te han molestado perfecto, pero eso es cosa tuya y no quiero seguir peleando.»
¿Qué puede hacer la otra persona?
Puede perdonar también y problema resuelto, o puede no perdonar y seguir enganchado, pero entonces el problema de 2 pasa a ser problema de uno sólo. ¿Quién prefieres ser?
Una clave importante es que hay que saber perdonar de corazón. Pero la mayor magia de todo esto es que perdonar es como cualquier cosa en la vida: necesita de aprendizaje y con la práctica se mejora.
¿Es más fácil perdonar que meditar, por ejemplo? No lo sé, pero si sé que ambas se aprenden y se mejoran con la práctica y el tiempo. Por eso insisto en que hay que Perdonar para descansar.
No lo dudes y piensa a quién puedes perdonar ahora, y también tenlo en mente para la próxima vez que te cabrees como un mono y te vayas cabreado como la mona chita a tu casa…
Piénsalo un par de minutos y si te he convencido, llama o manda un mensaje a esa persona que tu sabes y dile que le perdonas.
No tienes nada que perder y sí mucho que ganar. Sólo te pido una cosa a cambio: compártelo en este Post, aunque sea anónimamente…
Muy interesante reflexión, creo que el problema real es el concepto del perdón, nos somos nadie para querer que nos perdonen ni para requerir la disculpa de otro.
El perdón solo tiene sentido cuando está relacionado con temas que afectan a la salud, para lo demás creo que dicho perdón tiene que venir de los actos. Si dejamos que un tema se encone la gente espera que uno de los dos pida perdón porque en el fondo ninguno de los dos asume la culpa, si en el momento del inicio del problema reaccionas y antes de que pueda haber un roce cuentas un chiste te aseguro que el asunto se atajara de raíz y si no reaccionas a tiempo, si te sigues comportando como si nada hubiera pasado lo normal es que el otro medite y se dé cuenta de que realmente nada pasó. Como se suele decir: “Dos no se enfadan si uno no quiere”.
Muchas gracias Jesús por opinar. Efectivamente: 2 no se enfadan si uno no quiere y yo añado que en caso de enfado cada uno puede controlar su parte, su relación con el problema y es sobre esa sobre la que hay que actuar. No esperar a que el otro actúe sobre su parte para entonces responder reactivamente.
Gracias Conrado.
He pasado la mañana leyendo tus post sobre marketing, the busisness model canvas, fidelización de clientes, etc., de pronto me encuentro con este post, distinto y más personal. Lo leo en un momento en que con un chasquido de dedos me gustaría que las cosas fueran como antes con algunas personas que quiero. ¿Cómo perdonar para descansar si la persona a quien perdonas piensa que no te ha hecho nada y eres tú o alguien cercano a ti quien debe pedir perdón? Un día por casualidad encontré el término que considero describe bien la razón o el origen de muchos enfrentamientos: «distorsión cognitiva» (http://es.wikipedia.org/wiki/Distorsi%C3%B3n_cognitiva). Haga lo que haga, diga lo que diga, no te convenceré porque percibiste el mundo en un determinado momento de forma muy distinta a la mia. Descanso solo al pensar que no guardo rencor y que si vienes a mi, estaré allí y no te daré la espalda.
Gracias a ti. Siempre anima saber que hay alguien a quien le gusta lo que haces. Sobretodo en los periodos de crisis que te planteas si merece la pena el esfuerzo…
Alguna vez leí que la sensación de que alguien tiene que disculparse contigo por alguna razón es debido a que esperabas algo de esa persona y te falló, es decir esa persona ahora te debe algo, pero ahora es doble porque te debe, según tu percepción, ese algo y además el hecho de pedirte disculpas o perdón, el asunto es que esperar una o ambas situaciones de forma incesante te empieza a fastidiar la existencia y nubla muchas bondades de quien uno percibe como el que está en deuda, y eso a la larga es una carga que con el tiempo se vuelve muy pesada y te cansa y te agota hasta que te desgasta. Al final de la historia lo bonito del perdón no radica en librar al ofensor de su supuesta deuda con uno, sino en dejar de esperar algo de ese alguien que según tú te causó una ofensa o decepción, así y sólo así logras liberarte de esa enorme carga hasta que llegas al descanso. Odiar o esperar cansa, como dijo el autor del post, a veces es mejor no tener vínculos para nu sufrir ese desgaste, mejor perdonar, dejar ir y continuar con la vida…
Muchísimas gracias por compartir tus comentarios. Me han gustado mucho tus reflexiones y me encanta que te haya gustado la historia.