CÓMO SER MEJOR PERSONA – UNA REFLEXIÓN

Mi propuesta para ser mejor persona, o por lo menos intentarlo, es muy sencilla, consiste en hacerte una sencilla pregunta todas las noches: ¿Estás siendo la mejor persona que puedes ser?

Seguro que hay muchos otros métodos más complejos y que mucha gente ha escrito técnicas o consejos sobre cómo conseguir ser mejor persona, pero yo oí esta pregunta en la televisión y me ha hecho pensar mucho al respecto.

¿ESTAS SIENDO LA MEJOR PERSONA QUE PUEDES SER?

Si quieres mejorar no se me ocurre mejor pregunta para hacerte. Lo normal es que la respuesta sea no, por lo que hay que hacerse otra pregunta ¿por qué? y si analizas la respuesta a esta pregunta te darás cuenta que estás usando excusas.

Yo he hecho la prueba un par de veces y al final siempre llego a la misma conclusión: puedo ser mejor persona y debería intentarlo.

Si algún día al apagar la luz te preguntas si estás siendo la mejor persona que puedes ser y la respuesta es si, que estás dando la mejor versión de ti mismo, entonces esa noche si que podrás dormir feliz, tranquilo y orgulloso.

En cualquier caso, hacerte esta pregunta puede ayudarte a ser mejor persona cada día, al menos un poco… Como dicen los sabios: el primer paso para arreglar un problema es identificarlo y uno de nuestros mayores problemas es que nos conformamos con una versión light de nosotros mismos. La falta de esfuerzo, lleva consigo la falta de recompensa y el día a día nos impulsa a esta realidad.

No sé si alguien puede pensar que es demasiado simple o poco ambicioso, pero lo que me seduce de esta idea es que no busca el cambio, no es un manual de cosas a hacer para alcanzar la felicidad o métodos sobre cómo ser feliz; no consiste en mejorar o hacer cosas nuevas; sino que simplemente consiste en analizar lo que has hecho, analizar si has hecho lo correcto  y decidir si has hecho todo lo que podrías haber hecho.

Tu sabes cómo eres y qué te puedes exigir y también sabes lo que has hecho, ahora juzga…

Mi propósito de mañana será intentar conseguir dar una mejor versión de mi mismo. Lo bueno de este propósito es que no depende de nadie más que de mi y el único juez soy yo también. Además si fallo lo puedo repetir al día siguiente y el de después.

¿Te animas?

Autor: Conrado Martínez www.conradoymas.com