Conri se va

Mira el más grandón es el que más llora… Era verdad, habíamos aguantado todo este tiempo diciéndonos que no pasaba nada, que ahora con las nuevas tecnologías no existen las distancias… pero no, un año sin vernos es mucho más de lo que cualquiera de los dos querríamos pasar.

¡Cómo duele!, hacía mucho que no tenía esas incontrolables ganas de llorar y esa sensación de que intentar controlarlo no serviría para nada. No pensar en ello es sólo aplazarlo, pero tengo claro que lo mejor es soltarlo todo fuera.

Mi hombretón, mi chiquitín también se ha venido abajo a última hora; le daba vergüenza, pero mis últimas palabras han sido: “Nunca te avergüences de tus sentimientos”, seguido de un te quiero y un abrazo con tanto sentimiento que ha dolido al separarnos.

Conri se va, se marcha mi hijo, mi gran amigo, mi compañero… Si sabiendo que se va para volver y que es para su bien tengo esta sensación, no puedo llegar a imaginar lo que puede sentir una madre al perder un hijo. Lo he visto una vez con mi mejor amigo, Totón y no creo que existan palabras para poder describir ese sentimiento.

Siempre he pensado que cuando lo escribes estás listo para superarlo, por eso tengo mi blog, debería estar alegre por mi hijo, su gran año de aventuras, su gran oportunidad, pero ahora me puede mi egoísmo y mi sensación de que algo me falta por dentro.

Gran invento las gafas de sol, sino el show en el AVE, mientras que escribo estas líneas sería tremendo. Sí, el más grande el que más llora, pero es que no existe ninguna relación a favor o en contra.

Tengo la suerte de tener otros dos hijos igual de maravillosos, pero ahora sólo puedo pensar en el que me falta, aunque ahora me acuerdo de mi madre y pienso en el esfuerzo que hizo cuando yo me fui con 17 años y entiendo lo que me decía. Ahora entiendo lo que en su momento sólo era una reacción exagerada de una madre divorciada con un único hijo. ¡Dios mío que soledad debió sentir y que sacrificio hizo dejándome marchar!

10 minutos más de autocompasión y a empezar a pensar en todas las cosas buenas que va a poder vivir mi pequeño y es que aunque se crea grande, es tan pequeño… Un niño se va y creo que un hombre me volverá.

Autor: Conrado Martínez www.conradoymas.com