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La importancia de saber elegir tus preocupaciones

La Importancia De Saber Elegir Tus Preocupaciones

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Elegir tus preocupaciones

Aunque suene muy duro, la vida es fricción y dolor. Si todo fuera fácil, sencillo y sin esfuerzo, no habría desarrollo, no habría crecimiento. Por eso, si la vida implica dolor, fricción y complicaciones, el saber elegir tus preocupaciones es una de las grandes claves para ser más feliz.

Preocupaciones siempre va a haber. De hecho, la mayoría de las preocupaciones son sobre cosas que nunca van a pasar, sin embargo, nuestro cerebro reacciona igual y se desgasta de la misma manera que si estuviera sucediendo, por eso, si puedes analizar tus problemas y preocupaciones, discernir entre cuáles son reales y muy probables y cuáles no; entre cuáles están dentro de tu esfera de tu actuación y cuáles fuera, entonces elegir tus preocupaciones está claro que es la clave.

Hay veces que no puedes escapar de lo que te toca vivir en ese momento, pero en la mayoría de las ocasiones nos aprisionamos a nosotros mismos, dentro de una preocupación que tampoco tiene mucho sentido. Bien porque no es importante o bien porque no podemos hacer nada para gestionarla.

El dolor es parte del proceso. Porque igual que desarrollamos los músculos físicos con el esfuerzo para que se desarrollen, también los músculos emocionales se desarrollan con el esfuerzo, por eso es parte necesaria de la vida el afrontar problemas, dificultades y dolor para ir ejercitando los músculos emocionales y aprender a reaccionar adecuadamente y a soportar mayores cantidades de dolor, más fácilmente y dejando la menor huella posible.

La educación actual no prepara para sufrir y afrontar problemas

Este es uno de los grandes problemas de la educación actual. Estamos en una época de buenísimo extremo, donde parece que hay que blindar a nuestros hijos de todo sufrimiento, evitarles todos los problemas y dolores para que así sean más felices… Desde mi punto de vista, esto es un engaño y una equivocación.

Gracias a Dios ya hemos salido de la época donde era normal hacer sufrir a tu hijo, a tu estudiante o a tu subordinado para curtirle y hacerle más fuerte para el futuro. Con esta excusa se ha hecho mucho daño. Sin embargo, no podemos ir de un extremo al otro, que es donde estamos ahora: no te preocupes, no pasa nada, lo importante es participar, no poner notas para evitar frustraciones, no afrontar los problemas para evitar el posible dolor de la pérdida…

Ya hay mucho psicólogo que anuncia que la generación de jóvenes actuales no está preparada para afrontar el fracaso y que son menos resilientes que nunca.

Ayer vi este cartel en una residencia de la 3ª edad:

Elegir senda

Si lo piensas, es la verdad. Y no se trata de una verdad que estemos descubriendo ahora, sino de una verdad que siempre ha estado ahí, conocida por todos, pero que parece que ahora se está olvidando. Las preocupaciones y el esfuerzo son necesarios. No hay que evitarlos, sino que hay que saber elegir las preocupaciones adecuadas.

Saber desprenderse de las cosas

Mark Manson, en su libro, “El sutil arte de que te importe un carajo” desarrolla un pensamiento muy interesante basado en el pensamiento budista tradicional:

Conseguir que las cosas te importen una mierda, es decir, si consigues el desprendimiento de esas necesidades, te estarás haciendo más libre y tendrás menos deseos que te atenacen y te obliguen a seguir adelante de una manera predeterminada por la sociedad.

Si eres capaz de independizarte de tus deseos de un mejor coche, una mejor casa, un mejor desarrollo, tendrás más tiempo para auto conocerte. La clave está en el autoconocimiento para conseguir la liberación de las necesidades auto impuestas o impuestas por la sociedad y que en realidad son innecesarias.

Mark Manson en su libro explica que hay que reservarse el «me importa un carajo” para las cosas que no son importantes y preocuparse solo por las cosas que sí son importantes.

No siempre más es mejor, de hecho, si te preocupas por menos cosas eres más libre y tendrás menos preocupaciones.

En resumen: hay que saber elegir tus preocupaciones, distinguir qué es lo importante, donde centrar tus esfuerzos, además de saber distinguir entre lo que está dentro de tu esfera de control y lo que no. Así te liberarás de todo aquello que no es importante y de esa esclavitud de necesitar más.

Piénsalo por un momento: ¿de verdad necesitas ganar más dinero para consumir más, para conseguir más objetos, para alcanzar más metas? ¿te va a aportar algo realmente valioso?

En muchos casos la respuesta será sí y entonces no hay problema, pero si la respuesta es no, quizás sería el momento de parar y reflexionar.

La importancia de tener un propósito en la vida

Uno de los múltiples motivos por los que el tener un propósito en la vida es tan importante hoy en día, es porque te ayudará a discernir y decidir qué es lo que de verdad te importa y desprenderte de las cosas superfluas.

Si eres capaz de centrarte en lo que de verdad te importa, en tu propósito y en aquello que te acerca a tu propósito, y a la vez eres capaz de desprenderte de lo que no es importante para ti, conseguirás dedicar tus energías a las cosas importantes de verdad y no estarás perdiendo el tiempo en cosas superfluas, que lo único que hacen es esclavizarte en la rueda del querer más y más de todo, sin límites.

Llegando a un determinado punto, el dinero no nos aporta felicidad. La simplificación de las cosas nos hace más libres, nos hace poder dedicar el tiempo a lo que de verdad importa, el autoconocimiento, la profundización en los temas realmente importantes, dedicar tiempo a lo que de verdad nos hace crecer y nos hace más felices.

A la hora de pensar en el tema de querer más y entrar en la rueda de más esfuerzo para conseguir más cosas, también hay que saber mirarlo con la perspectiva de la edad.

Que un joven de 20 años sea ambicioso y esté dispuesto a sacrificar muchas cosas por crecer y conseguir más, es algo positivo y que hay que saber alentar. Sin embargo, esta misma mentalidad en una persona de 50, puede significar que ha sacrificado toda su vida en vano. Ha corrido una carrera, posponiendo el disfrutar de la vida más adelante y al final se ha olvidado vivir la vida, disfrutarla y exprimirla al máximo.

Todo es relativo, pero sin duda la perspectiva y el acercamiento a este tipo de problemas debe cambiar con la edad.

En cualquier caso, y en cualquier edad, saber elegir los problemas a los que dedicar tu atención es una de las grandes habilidades para disfrutar de una vida mejor.

Saber posponer la recompensa, no elegir el camino más cómodo, no sucumbir al placer inmediato y elegir afrontar un determinado problema. En definitiva, elegir la mejor senda, aunque no sea la más fácil, es una de esas claves importantes para una vida mejor.

Elegir tus problemas no va sólo de desprenderse de cosas, de evitar preocupaciones, de conseguir que haya menos cosas que te importen, sino que también va de afrontar los caminos adecuados, elegir lo importante y afrontarlo adecuadamente.

En este caso, claramente menos es más. Menos preocupaciones para tener más tiempo para centrarte en lo que de verdad importa.

Y hasta aquí este post de hoy sobre la importancia de saber elegir tus preocupaciones como clave para poder ser un poco más feliz. Si quieres seguir profundizando sobre el tema, aquí te dejo el link al capítulo sobre elegir preocupaciones del Podcast Y si lo entendiera:

Conrado MartínezAutor: Conrado Martínez
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