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El optimismo según Helen Keller

Portado Post Optimismo Según Helen Keller

Una de las primeras tareas que me han mandado en el nuevo curso que estoy haciendo es una lectura de Helen Keller

La verdad es que leer el pensamiento de esta persona que era sordo ciega, pero que fue capaz de escribir obras maestras y liderar movimientos sociales me ha conmovido y por eso he decidido compartir parte de esta lectura en un podcast y en un post.

La obra es el optimismo de Hellen Keller y lo he leído en inglés, por lo que la traducción es algo libre y sólo comparto las partes que me han parecido más interesantes. Espero que os guste:

Mis conclusiones del Optimismo de Helen Keller

Si todos pudiéramos elegir, elegiríamos ser optimistas.

Todos tenemos el sentimiento de que la felicidad es uno de nuestros derechos inalienables.

Sin embargo, la gente tiene diferentes ideales de felicidad: unos lo buscan en el acaparamiento de los ricos, otros en el orgullo del poder y otros en la consecución del arte o la literatura. Sólo unos pocos la buscan en la exploración de su propia mente o en la búsqueda del conocimiento.

La mayoría miden su felicidad en términos de placer físico y posesiones materiales. Piensan en alcanzar objetivos que se han fijado en el horizonte, pero ¿cómo serían de felices si se bloquea esa circunstancia o ese logro? En realidad, serían miserables. Alguien sorda y ciega como Helen debería ser miserable y quedarse en un rincón, pero y si la felicidad es algo tan profundo que se convierte en fe; tan pensada que se convierte en filosofía de vida.

“Mucha gente se hace una idea equivocada sobre la verdadera felicidad. No se consigue satisfaciendo los propios deseos, sino siendo fieles a un cometido que merezca la pena.”

https://www.incluyeme.com/12-frases-legendarias-de-la-intuitiva-helen-keller/

Igual que es normal que un pecador se levante en público y reconozca sus pecados, por qué no se puede levantar uno en público y reconocer que es un optimista y cree en la felicidad que está sintiendo.

Sólo cuando se conoce la oscuridad y se ha perdido la esperanza es cuando se puede llegar a ser feliz, tener esperanza y disfrutarla. ¿Puede alguien que ha salido de la cautividad del mal, que consigue tocar la gloria de la libertad que produce salir de la oscuridad ser un pesimista?

Cuando se aprende a vivir, a pensar, a tener esperanza,  entonces la oscuridad y la tristeza no te pueden volver a encerrar.

Es un error contemplar el bien e ignorar el mal, porque la gente negligente siempre se encamina al desastre. Hay un optimismo peligroso, el de la ignorancia y la indiferencia.

El optimismo, al igual que la felicidad, tienen que ser compartidos, porque ser feliz en un entorno, donde los que te rodean no lo son es mucho más difícil, por no decir imposible. Ser optimista en una sociedad donde los que te rodean pasan hambre e injusticias es una misión mucho más difícil. Por eso, el luchar por el bien común, es luchar también por tu bien.

Optimismo que no valora el coste es como una casa de arena. Debes entender el mal y estar familiarizado con el dolor, antes de poder ser un verdadero optimista y esperar que otros crean que la razón de ese optimismo está dentro de ti y que es algo duradero, no algo que desaparecerá con la primera mala racha de algo.

El mal (algo malo que te sucede) puede no tener ninguna consecuencia, excepto ser una gimnasia mental de superación. Sólo gracias a haber padecido grandes tragedias y problemas, puedo decir que soy un optimista verdadero. Que las cosas malas que nos suceden nos hacen más fuertes y nos ayudan a evolucionar y mejorar. Nos hace más fuertes, pacientes y nos da nuevas capacidades. Nos dirige al alma de las cosas y nos enseña que aunque el mundo está lleno de sufrimiento, también está lleno de superación.

Por eso mi optimismo no reside en la falta de miedos o contactos con el mal, sino en la firme creencia de la preponderancia del bien y que con voluntad y el esfuerzo necesario para cooperar, se consigue vencer y volver a ver la luz.

Helen Keller también decía: Yo intento incrementar el poder que Dios me ha dado para ver lo mejor de cada cosa y cada persona y hacer que mi mejor versión sea parte de mi vida. Sólo poniendo en práctica estos pensamientos puedo ver el verdadero núcleo de Dios.

Así mi optimismo está sustentado en 2 mundos: yo y lo que me rodea.

Yo abro las puertas de mi ser a las cosas buenas que me rodean y las cierro celosamente contra las malas.

Nunca estoy descorazonado por la ausencia de bien, nadie me puede arrastrar al rincón de la falta de esperanza absoluta. El miedo y la desconfianza son fruto del pánico de una tímida imaginación, que puede ser vencida por un corazón fuerte y una gran mente trascendental.

Mi participación en el trabajo importante del mundo que me rodea puede ser reducido, pero el hecho de poder hacer algo que pueda mejorar el mundo que me rodea hace que desee trabajar en el propio concepto de optimismo.

Hay que tener cuidado porque existen soñadores que hacen castillos de felicidad en las nubes y cuando el viento inevitable los mueve y se vuelven pesimistas.

No seas un mundo de caos, sino una fracción infinitesimal de producto o de productor, que genera bien en nombre de Dios. Hay que levantarse, hacer cosas con todo tu empeño.

Como amo el poder trabajar con mis manos y con mi cabeza soy un optimista por encima de todas las cosas. Sé que puedo hacer cosas útiles. He aprendido que, aunque los trabajos en los que yo puedo ser útil son pocos, el trabajo que puedo hacer no tiene fin.

Darwin sólo podía trabajar a poquitos, ratos de media hora. Pero gracias a muchas medias horas diligentes el creó los principios de una nueva filosofía.

Me siento bravo y preparado para lo que esté por llegar, porque mi religión es el optimismo.

Y nada mejor para terminar que otra frase de Helen Keller:

 “Cuando una puerta de felicidad se cierra, otra se abre, pero muchas veces miramos tanto tiempo la puerta cerrada que no vemos la que se ha abierto para nosotros.”

Helen Keller

Y si te ha gustado el post, puedes profundizar sobre el tema escuchando este Podcast sobre el tema:

Conrado MartínezAutor: Conrado Martínez
www.conradoymas.com

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