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El hábito de la amabilidad

El Hábito De La Amabilidad

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Los beneficios de la generosidad

Antes de entrar a fondo en el hábito de la amabilidad, voy a empezar por la virtud de ser generoso y compartir:

Quien da recibe

Sin duda, se trata de una verdad universal ampliamente contrastada; no en el sentido de que te la devolverán en el futuro, sino en el sentido de la recompensa interna que genera el acto puro y bueno de hacer algo por los demás, de compartir y de desprenderte de algo tuyo para ayudar a otro.

Hay estudios que demuestran que genera una mayor felicidad el que gasta una cantidad de dinero en otros que el que la gasta en sí mismo. Es cierto que en este último caso el pico máximo de activación positiva del cerebro puede llegar más arriba, pero el efecto es más duradero en el primero de los casos.

La amabilidad como forma de generosidad

El camino de dar para ser más feliz no se limita a compartir cosas materiales, sino que también funciona con la amabilidad. Y aquí empezamos con el hábito de la amabilidad:

Añadir amabilidad en tus interacciones con otras personas te hará sentirte mejor, sin olvidar que es el mejor de los lubricantes para que las relaciones funcionen mejor en ambos sentidos.

Se han hecho experimentos añadiendo actos de amabilidad en el día a día normal que demuestran un aumento en el bienestar de los participantes.

«You can always, always give something even if it is only kindness.»

Ana Frank

Yo creo que queda claro que dar no es algo circunscrito al mundo material, sino que los actos de amabilidad con los demás ya suponen una acción de dar. Es una manera de dar que es buena para el que la recibe, para el que la da y para todos en general, ya que la amabilidad es contagiosa. Si no fíjate cuando entras en una oficina con mal ambiente como es muy difícil de encontrar actos de generosidad y sonrisas, y al contrario, en las oficinas que rebosan buen ambiente, como la sonrisa y la amabilidad es lo que impera en el ambiente.

Ser amable siempre y con todos es algo que genera recompensas. Sin embargo, es algo muy complejo. Como Jeff Bezos dijo:

«Ser amable es más difícil que ser inteligente».

Bueno se lo dijo su abuelo a él, pero él es quien cuenta esta historia. El añadió que

«La inteligencia es un regalo, la amabilidad una elección».

Jeff Bezos

En cada momento de nuestra vida tenemos una elección y cuando elegimos ser amables, ser generosos, nos mejoramos a nosotros mismos y al ambiente que nos rodea.

¿Cómo implantar el hábito de la amabilidad en tu vida diaria?

Se trata de algo que voy a empezar en esta semana.

La manera más fácil de incluir un hábito en tu rutina diaria es incluyendo un recordatorio diario de:

“Dedicar 10 minutos a esparcir amabilidad extra.”

Yo uso un “Habit Tracker diario” en el que incluyo los hábitos que quiero fomentar y diariamente compruebo cuáles he llevado a cabo y cuáles no. De esta manera, a través de la repetición es cómo grabas una nueva ruta en tu cerebro para que poco a poco vayas consiguiendo que te salga más automático y con menor esfuerzo. Así por ejemplo, empecé con el hábito del Mindfulness y ahora ya lo tengo implantado en mi rutina diaria.

Se supone que implantando el hábito de la amabilidad en tu vida llegarás a comprobar que la amabilidad es contagiosa y que la generosidad genera felicidad en toda la gente que toca. Desde luego, yo le veo todo el sentido del mundo y por eso voy a empezar con este hábito y por eso estoy escribiendo este post y he grabado un podcast sobre la amabilidad en “Y si lo entendiera”, como mecanismos para reforzar mi conocimiento al respecto y para sembrar la semilla en otros que se animen a implantar este hábito de la amabilidad en su rutina diaria.

¿Toda generosidad es buena, no tiene límites?

La respuesta es no, para poder tener éxito en la vida y poder tener una vida feliz hay que llegar a ser tan generoso con los demás como contigo mismo. En la mayoría de los casos no tiene ningún sentido privarse de algo o dejarse pisar para que otro disfrute de algo por encima de ti.

La clave está en tener tu camino claro, siendo capaz de no dejar a los demás al margen y estando dispuesto a ayudar y colaborar con todos los que te encuentres en tu camino, sin desviarte del mismo.

Desviarte de tu camino tiene que ser una excepción justificada. Aquellos que no tienen claro su camino y que por ejemplo, sólo piensan en compartir, al final no serán capaces de generar lo suficiente para poder seguir compartiendo.

La esencia de dar y conseguir en el mundo de los negocios la reflejan Linda Kaplan y Robin Koval en su libro «The power of nice» , donde hablan de cómo conquistar el mundo de los negocios con amabilidad.

Hay que saber poner la voluntad y necesidad de los otros al mismo nivel que las tuyas y después de una evaluación objetiva de la situación global es cuando estarás capacitado para tomar la decisión más adecuada en cada momento, pero siempre con amabilidad, porque se puede decir no o rechazar a alguien de manera desagradable o con una sonrisa e intentando minimizar los daños a través de una buena actitud y explicación de la situación.

Saber reconciliar las necesidades de los otros con las propias es todo un arte que hay que saber cultivar.

Sin ningún tipo de duda nosotros necesitamos más gente amable y bondadosa en nuestras familias, equipos y en nuestros micromundos.

Por eso, nada mejor para conseguir más generosidad y amabilidad a tu alrededor que empezar con el hábito de la amabilidad: 10 minutos al día de extra amabilidad consciente cada día, al menos 5 veces a la semana.

Dar a los otros perjudicándonos a nosotros no es algo sostenible, por eso hay que saber empezar por uno mismo para poder asegurar la continuidad futura.

Si no sabemos trabajar para solucionar nuestras necesidades y avanzar, además de estar perjudicándonos a nosotros, estaremos perjudicando y poniendo en riesgo nuestra capacidad futura de ayudar a los demás.

«En caso de emergencia en un avión hay que ponerse primero la mascarilla a uno mismo, antes de pensar en poner la de los demás». De lo contrario, en lugar de ser de los que ayudan pasarás a ser de los que necesitan ayuda y estarás perjudicando a todo el sistema.

Bueno, hasta aquí llega el post de hoy. Adjunto también link al podcast que he hecho al respecto por si quieres oírlo a modo de recordatorio (contiene más detalles y reflexiones):

 Y creo que no hay mucho más que añadir a este respecto. Por eso, siendo fieles a mi principio de Reflacción; después de toda esta reflexión toca pasar a la acción:

¿Qué puedes hacer hoy para generar más amabilidad y generosidad a tu alrededor?

Conrado MartínezAutor: Conrado Martínez
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